Hay muchas formas de molestar al resto de compañeros cuando se trabaja en una oficina. No solo es molesto el empleado que no se calla o el que siempre tiene la mesa llena de cosas. También suele haber polémica e incluso enfados en otro espacio común de la oficina: el comedor.
Para evitar dejar un olor permanente en toda la oficina y mejorar las normas de higiene, hemos destacado cinco de las cosas que más molestan cuando comemos en el trabajo y que se deberían evitar.
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Qué evitar en la cocina de su oficina
A continuación damos algunos consejos para mejorar las normas del comedor en la oficina.
Dejar la comida en la nevera mucho tiempo

Guardar en la nevera la comida que se va a comer ese día está bien, pero no debe dejarla allí durante semanas. No solo se llena de moho; también genera olores que inundarán el comedor.
La nevera es un espacio común compartido por todos los que trabajan en la oficina, por lo que debe tener consideración con sus compañeros y quitar de la nevera lo que le haya sobrado o lo que no se vaya a comer. A nadie le gusta encontrar su comida recién hecha justo al lado de un sándwich en mal estado.
También hay que tener en cuenta el espacio que utilizamos para guardar nuestra comida. Guardar uno o dos táperes es aceptable, pero no es correcto usar la nevera de la oficina para guardar la compra semanal. Seguramente algún compañero se molestará cuando no haya hueco para su comida.
Para evitarlo es necesario aplicar algunas normas para usar la nevera de la oficina. Ponga avisos en el comedor e informe a los compañeros de que todo lo que se quede en el frigorífico el viernes por la tarde se tirará a no ser que esté bien etiquetado. Podría incluso dejar etiquetas y bolis en alguna zona del comedor para que no haya excusas.
Dejar todo sucio y desordenado

Si usted se ha preparado su almuerzo, una infusión o un té y no lo ha recogido después, sus compañeros se lo pueden reprochar. Nadie quiere entrar en el comedor de la oficina para encontrar leche derramada en la pila o granos de café esparcidos. Es aún peor si los restos de su almuerzo obstruyen el fregadero y deja las bolsas del té en la pila en lugar de tirarlas a la papelera.
Recuerde a sus compañeros con carteles que deben seguir algunas pautas de limpieza en la oficina para que todos sepan que tienen que recoger lo que ensucian y tirar los restos de comida o bebida a la basura. Ponga también bayetas y toallitas de fácil acceso y asegúrese de que hay papeleras junto a la zona de bebidas.
Crear un caos al usar el microondas

Cuando tenemos un día duro de trabajo, los 20 minutos de los que disponemos para comer y relajarnos son todo un alivio. Eso siempre que no lleguemos al microondas y veamos que está ocupado por la comida de otro compañero que no está en el comedor. Si en 10 minutos no ha vuelto, es más que posible que la tensión haya aumentado y los 20 minutos de paz que tenemos se conviertan en una olla exprés a punto de explotar.
Ocurre lo mismo con aquellas personas que piensan que está bien calentar la comida sin utilizar la tapa. Por ejemplo, aquellos que calientan en el microondas las sobras del pescado de ayer e impregnan toda la oficina con un olor que se mantiene incluso al día siguiente.
De nuevo, marcar algunas normas puede evitar estas situaciones. No prohíba utilizar el microondas pero sí imponga unas pautas de conducta respetuosas con el resto.
Comer comida que no es nuestra

Sí, esa bolsa de golosinas que ha sobrado o el trozo de pastel que alguien ha dejado en la nevera puede resultar tentador, pero comer algo que no es nuestro es una forma segura de provocar un enfado en la oficina.
Todos hemos visto mensajes virales en los que se muestran notas graciosas que los compañeros dejan cuando roban alimentos pero en la vida real no es gracioso encontrar que alguien se ha comido nuestra comida.
En estos casos, etiquetar la comida también puede ser útil. La comida ya no será anónima y es probable que eso ayude a disuadir a los ladrones hambrientos de alimentos.
Dejar sucios los utensilios del comedor

Al final de la jornada de trabajo, se espera que coja las tazas y cualquier otra vajilla del comedor que haya utilizado y los lave.
Pero si el comedor ya está abarrotado de vasos, platos y tazas sucias, no conviene que siga colocando enseres sucios en el lavavajillas ni que los deje sobre su escritorio. Es mejor si deja su taza en el lado listo para la siguiente carga. Y repita el proceso en el caso de platos, vasos y cubertería. No sea el típico que lo deja todo en su escritorio.
Si su oficina no tiene lavavajillas, no deje los platos apilados en el lateral del fregadero. Es responsabilidad de todos asegurarse de que los artículos que se usan se lavan y se guardan. Cuanto más tiempo dejamos la vajilla sin limpiar, más desagradable es hacerlo. Es importante que esta responsabilidad recaiga sobre todos los empleados, para que sepan que es su trabajo mantener limpios los cubiertos comunes.
Las normas de limpieza en el comedor de la oficina son una parte importante de la vida laboral y algo que se debe tener en cuenta al usar el espacio, compartido por todos.